Las estéticas "Core": Mucho más que ropa, ¡son un grito!

Cristina Mateos

5/30/20253 min read

¡Hola, amantes de las tendencias! Hoy os traigo un tema que me tiene totalmente fascinada: las estéticas "core". Olvidaos de que son solo estilos de ropa; estamos hablando de auténticos movimientos que están redefiniendo cómo nos vemos y cómo vivimos. En este 2025, no solo dictan qué nos ponemos, sino que son un reflejo de lo que buscamos en un mundo que va más rápido que un desfile de Balenciaga.

Balletcore: La gracia urbana que no sabías que necesitabas

Si pensabas que el ballet era solo para las bailarinas, ¡pum! El balletcore ha llegado para fusionar esa elegancia clásica con el rollo urbano. Imaginad siluetas fluidas, tul, encaje y esos tonos suaves —rosas pálidos, grises perla— que Chanel y Ferragamo ya están reinterpretando. ¿Recordáis los tutús? Ahora son faldas midi. ¿Maillots? Ahora son bodies de nylon.

Y no es solo bonito. Este estilo se ha vuelto viral en Pinterest y Klarna lo confirma: las faldas de tul y las medias con costuras traseras están arrasando. Lo fascinante es cómo el balletcore, lejos de ser algo "cuqui", está reivindicando una feminidad fuerte. ¡Incluso mezcla mangas abullonadas con chaquetas oversize de cuero! Es un diálogo entre fragilidad y fuerza que, según los expertos, expresa sensibilidad sin renunciar a ser una misma. ¡A mí me parece una pasada!

Fishermancore: El estilo que le planta cara al planeta (y a la moda)

Si lo vuestro es la naturaleza y el rollo sostenible, atentas al fishermancore. Esto va más allá de la ropa: es una declaración de principios. Pensad en comunidades costeras, pesca sostenible y una paleta de azules marinos, verdes musgo y toques de rojo óxido.

Aquí las marcas top como Loewe y Miu Miu se han lanzado con abrigos impermeables hechos con redes de pesca recicladas. ¿Bolsos de rafia con peces? ¿Pulseras con cuerdas náuticas Fair Trade? ¡Sí! Y ojo, las sandalias de rejilla de Prada con suela reciclada son el colmo de la conexión entre lo artesanal y lo tecnológico. Este estilo ya lo están usando movimientos ambientalistas y el 38% de los asistentes a Coachella 2025 lo llevaron. ¡Una maravilla para vestir con conciencia!

Cottagecore y su familia: De la granja a la ciudad, con estilo
El cottagecore no es una moda pasajera; es una fuente inagotable de subestéticas. Es como si el campo se hubiera reinventado mil veces, ¡y a mí me encanta!
Goblincore:

Es la cara "oscura" del cottagecore, celebrando lo imperfecto, los hongos, el musgo… ¡todo lo "feo" de la naturaleza que es bello! Gucci ya está con estampados de líquenes y vestidos que imitan cortezas de árbol. En TikTok lo está petando con 2.1 millones de publicaciones. ¡Es la nostalgia de lo terrenal en un mundo tan digital!

Farmcore:

Aquí se mezcla el cottagecore con el western, pero de forma más funcional y menos romántica. Pensad en pantalones de pana con rodilleras, overoles de mezclilla y botas Timberland con bordados florales. Pharrell Williams y Timberland ya le han dado el empujón definitivo a esta tendencia que revaloriza el trabajo manual.

Conclusión: La moda, nuestra voz de resistencia

En definitiva, estas estéticas "core" han dejado de ser solo una foto en Instagram para convertirse en un lenguaje, una forma de decir cosas importantes. El balletcore desafía los estereotipos de género, el fishermancore nos habla de la crisis climática, y el cottagecore y sus "primos" nos proponen vivir de otra manera con la naturaleza.

Son mucho más que tendencias: son la prueba de que la moda es una herramienta poderosísima para el cambio social. Y a mí, que llevo toda la vida en esto, ¡me parece fascinante!